El rol del gestor en un centro veterinario
De empleado a propietario
El cambio de rol para un veterinario que pasa del ámbito puramente clínico al ámbito de gestión puede suponer en muchas ocasiones un dolor de cabeza difícil de superar sin la ayuda adecuada.
La mayoría de veterinarios cuentan con una gran vocación de ayudar a los animales pero no con el interés y capacidades necesarias para gestionar un negocio. Además, en las facultades de veterinaria no se suele incluir formación sobre gestión de empresas, lo cual dificulta aún más la tarea de llevar un negocio.
En media, el gestor (director) de un centro veterinario debería dedicar alrededor de un 20% de su tiempo a trabajo clínico, mientras que el 80% restante debería ocuparlo en tareas administrativas, relación con clientes, gestión de equipo, gestión financiera, etc.
En muchas ocasiones se busca el cambio de veterinario empleado a propietario de un centro para mejorar en cuanto a condiciones salariales, calidad de vida o independencia laboral. Sin embargo, se hace complicado que un veterinario que dedicaba todo su tiempo al ámbito clínico pase a dedicar un 80% del tiempo a la gestión del negocio y a todas las complicaciones que eso conlleva.
Por tanto, los veterinarios que se convierten en propietarios de un centro deben considerar cuál es la mejor alternativa o fórmula para que la gestión del negocio sea lo más eficiente, ordenada y profesional posible.